Voces del Sur
Es un programa de actualidad Latinoamericana, encargado de difundir los nuevos vientos que soplan por nuestra Patria Grande, un momento que no puede dejarse pasar.
Voces del Sur, un programa pensado para pensar, se emite los Lunes a las 22:30hs, por Multimedios El Libertador.
En este blog encontrarán a la derecha un link para acceder a la página del El Libertador y escuchar on line el programa o bien encontrarán los link de descarga de programas ya emitidos.
Gracias
Germán Choves

lunes, 29 de septiembre de 2008

Rumbo al Socialismo del Siglo XXI - Un proceso que se afirma

El domingo cerró con una noticia reconfortante para los revolucionarios de Latinoamérica, el referéndum sobre la Constitución Política del Estado Ecuatoriano fue aprobado con el 70 % de los votos.

Mientras Evo Morales era ratificado por el 70 % de lo Bolivianos, Rafael Correa iniciaba la larga campaña a favor de la aprobación de la Nueva Constitución, en aquellos días de Agosto muy pocos pensaban que el Sí podría obtener tan holgado margen.

Cuando Rafael Correa asumía el gobierno, luego de la nefasta presidencia de Lucio Gutiérrez, era imposible pensar en un proceso como el que se está desarrollando en el país andino.

Se inicia una nueva etapa en el Ecuador, una etapa en la que los cambios se harán cada vez más profundos, ahora los cambios que necesita ese pueblo sometido por largos años tienen marco constitucional, ahora la derecha recalcitrante no podrá acusar a Correa y a su pueblo de anti-democráticos. La constitución aprobada le otorga un rol decisivo al estado. Pero principalmente le otorga poder al pueblo organizado. Ya no serán los sectores económicos más poderosos los que decidan el futuro del pueblo ecuatoriano.

Además existe una similitud entre este proceso y el de las repúblicas de Venezuela y de Bolivia. La liberación de los pueblos es algo que trasciende fronteras y que no tiene límites. A casi 20 años del discurso del Fin de las Ideologías, no solo Cuba sigue siendo el farol que ilumina Latinoamérica, sino que también surgieron nuevas expresiones revolucionarias en el continente, Venezuela con su espada Bolivariana que despertó a los pueblos de la región, Bolivia con su proceso liberador con Evo a la cabeza, Ecuador con el objetivo de poder volcar en su pueblo todas las riquezas que produce y posee para ponerle fin a la era de injusticias.

Pero existe otra similitud, la de la organización de la derecha ortodoxa, que busca nuevas maneras de organizarse para recuperar el espacio perdido a costa de la decadencia neoliberal. Derecha que viene mostrando los mismos grados de fascismo y confrontación contra los pueblos, que no se detiene ante nadie, con el objetivo de recuperar y sostener sus niveles de enriquecimiento (desigual e inmoral).

Por eso hoy más que nunca debemos saludar el triunfo del referéndum del Domingo en Ecuador, porque le hemos propiciado otra derrota significativa a la derecha latinoamericana, porque hemos dado un paso más en la consolidación del Socialismo del siglo XXI. Socialismo que no es una forma propagandista como lo quieren mostrar los amigos del imperio, sino que realmente se plantea la superación del sistema capitalista por uno que resuelva las necesidades de la mayoría del pueblo latinoamericano. Socialismo que será necesariamente Nacional por su forma, pero Internacional por su contenido.

Germán Alejandro Choves Armendariz

lunes, 22 de septiembre de 2008

VOCES DEL SUR


Lunes y Miércoles a las 23hs por FM El Libertador

Bolivia: Golpe de Estado ¿Frustrado?

La ola de violencia que azota a la hermana república de Bolivia no cesa en estos días de Septiembre. Los latinoamericanos asistimos a uno de los momentos más complejos de la revolución puesta en marcha por el pueblo boliviano y comandada por su presidente, el compañero Evo Morales Ayma.



Luego de finalizada la cumbre extraordinaria de presidentes de la UNaSur, se expandió una tranquilidad que afirma haber frustrado un golpe de estado en la república de Bolivia. ¿Pero esto es así?

El proceso de cambios que comenzó con la asunción de Evo Morales a la presidencia ha llegado a una encrucijada de la que no será fácil salir. Está visto que dicho proceso no es un simple reformismo al estilo Keynesiano, sino que es un proceso que avanza hacia una verdadera distribución de la riqueza en el hermano país. Esto ha hecho que los dueños del poder económico en Bolivia se organicen de una forma que pone en peligro los cambios revolucionarios.

Sabemos que para iniciar una verdadera distribución de la riqueza, en beneficio de la amplia mayoría del pueblo, hay que tocar (y perjudicar) los intereses económicos de la minoría enriquecida bajo la injusta relación que impone el capitalismo. Además, recordemos que la revolución boliviana, viene siendo hasta este momento, una revolución PACÍFICA; no hubo una conquista violenta del poder, sino todo lo contrario, un presidente que asume el gobierno (no el poder) por medio del voto popular (a diferencia de la revolución cubana, que una vez que se encontró en el gobierno poseía también el poder). Esto permite que la extrema derecha de Bolivia se organice para impedir que se avance en una distribución más justa de la riqueza, derecha que no le interesa la necesidad de un pueblo y que atenta constantemente contra la institucionalidad y la verdadera democracia, pero que además posee un grado de xenofobia y racismo que solo se asemeja a las hordas hitlerianas. Derecha que en todo momento impuso la violencia por encima de todos los derechos humanos. Derecha que se asemeja mucho a esa derecha argentina que se organizó contra el intento distributivo que planeaba el gobierno de Cristina Fernandez con las retenciones móviles a las exportaciones.

Por esto es necesario que el pueblo boliviano redoble los esfuerzos, apuntando a la consolidación del gobierno de Evo Morales Ayma, pero principalmente en la consolidación del poder. Consolidación que será la que acabe con la ola de violencia propiciada por la derecha Boliviana (impulsada por el gobierno de EE.UU.), será la que acabe con la injusticia a la que el pueblo indígena ha sido sometido por más 500 años, también será la que acabe con el analfabetismo, pero además será la que acabe con la explotación del hombre por el hombre.

Desde argentina hay que dedicar todo nuestro espíritu internacionalista revolucionario para consolidar la Revolución Boliviana, para construir la Patria Grande libre de injusticias, tan necesaria para los pueblos latinoamericanos. Cuando esto suceda podremos decir que hemos conseguido poner fin a todos los intentos de golpe de estado.

¡VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVIANA!

¡VIVAN LOS PUEBLOS LIBRES DEL MUNDO!

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

Germán Alejandro Choves Armendariz

Al Imperialismo Yanqui, camisa de fuerza

Por Athos Fava:
Reacciones en el mundo frente a las políticas de Estados Unidos.

Hace más de cinco años, en febrero de 2003, Fidel Castro alertó acerca de que «nuestra especie humana por primera vez corre real peligro de extinguirse por las locuras de los propios seres humanos, víctima de semejante civilización» y, dos meses después agregó que «la lucha unida de los pueblos un día pondrá camisa de fuerza a quienes sea necesario antes de que puedan poner fin a la vida en el planeta».

¿Qué antecedentes históricos encontramos sobre los continuos alertas de Fidel? Veamos.

El más cercano en el tiempo es el que señaló Albert Einstein: «yo no sé cómo será la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé que la Cuarta será con palos y piedras».

Fidel y Einstein estaban previniendo sobre el uso de las armas de exterminio masivo. Nuevamente, en un artículo publicado en Granma, ya en 2007, Fidel reiteró que «hoy el mundo cuenta con decenas de miles de bombas nucleares cincuenta veces más poderosas, con portadores varias veces más veloces que el sonido y de una precisión absoluta, con las cuales nuestra sofisticada especie puede autodestruirse».

Hagamos una breve inflexión para tener más clara la situación general. Estados Unidos trasforma en agrocombustible el treinta por ciento de su producción de maíz, que al consumirse en autos y otros medios, aumenta la emisión de dióxido de carbono responsable del calentamiento global y otros dramas ecológicos. Todo ello en un mundo donde crece la población en forma escalonada con crisis y escasez de alimentos y suba de precios.

Camisa de fuerza

Volvamos a los alertas de Fidel que convoca a ponerle una «camisa de fuerza» al imperialismo yanqui. Una camisa de fuerza (o como se la llame) a mi juicio deberá ser muy amplia y abarcativa. Considero que un conjunto de las personalidades más descollantes de cada país debería llamar a su formación. Al respecto llamó mi atención la opinión del notable director orquestal Daniel Barenboim, quien en declaraciones reproducidas por Clarín en mayo pasado advirtió que «el conflicto en Oriente Medio está devorando el alma judía». Debería ser una camisa constituida por pueblos y naciones, por movimientos sociales, políticos, culturales, de derechos humanos, ecologistas, por organizaciones de todo tipo, por el pueblo norteamericano, por sus trabajadores y por los intelectuales, artistas, deportistas, partidos políticos de todo el mundo, que estreche y cerque la locura, la demencia del imperialismo yanqui.

Asimismo a las declaraciones de Barenboim se pueden sumar las de conocidos dirigentes de Estados Unidos, como Jimmy Carter, quien aseguró que Israel tiene un arsenal nuclear de 150 bombas atómicas. Otros dirigentes mantuvieron encuentros con Hamas y Hezbollah, lo cual enfureció a Bush. Al respecto me pregunto ¿qué se está haciendo? ¿Cómo están trabajando las naciones para conformar tal camisa de fuerza?

Organización de la Cooperación de Shangai

La Organización de la Cooperación de Shangai fue creada en el 2001 por cinco países, Rusia, China, Kazajstán, Tadyikistán y Turkmenistán con el objetivo de «contrarrestar las amenazas y desafíos de la época actual», poniendo fin al poder unipolar y unilateral de Estados Unidos para construir un mundo multipolar y multilateral.

Años más tarde Uzbekistán, en cuyo territorio existía una base militar aérea de Estados Unidos, solicitó su ingreso. El 27 de agosto de 2005, Argenpress informó que «el parlamento de dicho país votó unánimemente por la retirada del contingente militar norteamericano emplazado en el aeródromo uzbeco de Janabat». Así pasó a denominarse «los 6 de Shangai», cuyo territorio en total tiene una extensión continua de 30.407.799 km2 y una población de 1.516 millones. Con el correr del tiempo, ingresaron con status de adherente India, Mongolia, Irán y Pakistán, lo que alcanzó 37.706.372 km2 y una población conformada por 2.739 millones. Recientemente pidió su ingreso Bielorrusia. Sumémosle el triunfo electoral en Taiwán de quienes impulsan la paz bilateral que pone fin a sesenta años de hostilidades: un rotundo golpe a Estados Unidos.

El reciente tratado Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas) y el Aspa (integrado por América del Sur y los Países Arabes) son un ejemplo de la cooperación multilateral, en contra de la unilateralidad norteamericana.
La Organización de la Cooperación de Shangai realiza maniobras militares regulares en tierra, aire y mar.

La tríada

En el 2005, en San Petersburgo, con la presencia de Putin por Rusia, Hu Jintao por China y Mamohan por la India, dieron nacimiento a una Alianza o triángulo estratégico para poner fin al mesianismo del imperialismo de Estados Unidos de ser los dueños del mundo. Para ello tomaron medidas respecto a la cooperación nuclear, cuyo fin es crear centrales atómicas para producir energía eléctrica tales como el plan de China que contempla la creación de 130 centrales (las cuales emitirían dióxido de carbono), además de la construcción de cinco reactores atómicos en Kunda-Kulam, en base a titanio por medio del organismo Golpasur, la realización de estudios geológicos en Jharkand para conformar una minería sólida común, modernizar los portaaviones y ferrocarriles y otras acciones.

Seguramente abundaré en otras notas sobre esta situación, pero todo indica que si a estas acciones de los gobiernos se suma el rechazo de los pueblos a la política imperial de Estados Unidos, la camisa de fuerza puede ser una alentadora realidad.